Parte importante de los problemas de salud mental y física de la población trabajadora en Chile, se relacionan estrechamente con un creciente tipo de riesgos, denominados riesgos psicosociales laborales, asociados a cambios en el mundo laboral, que se han traducido en diversas formas de intensificación del trabajo, excesiva demanda física y mental, extensión de los campos de trabajo o polivalencia y, a la vez, en el deterioro de los límites entre el trabajo y la vida privada.

En Chile, desde el año 2008 los trastornos emocionales y del comportamiento‖ se sitúan en el primer lugar como causa de licencia médica curativa, representando en el 2010 el 14% de todas las licencias solicitadas en el sistema FONASA (2010). Asimismo, encuestas nacionales confirman la alta prevalencia de diversas sintomatologías asociadas a problemas de salud mental de la población adulta y trabajadora chilena (Gobierno de Chile, Ministerio de Salud, 2006; Ministerio de Salud, 2009-2010; Gobierno de Chile, Ministerio de Salud, Ministerio de Trabajo, 2011).

Consecuentemente, estos riesgos han ido recibiendo atención en la legislación y en las políticas de prevención de riesgos y de promoción y garantía de la seguridad laboral en nuestro país. Así, en el año 2013, es aprobado por ley un instrumento de evaluación de medidas para la prevención de riesgos psicosociales en el trabajo, denominado SUCESO ISTAS-21 y un Protocolo de Vigilancia (Resolución 218 exenta y Resolución 336 exenta, Ministerio de salud; Subsecretaría de Salud Pública; Instituto de Salud Pública).

No obstante, existe la necesidad de desarrollar y evaluar modelos causales que den cuenta de los procesos mediante los que la salud mental individual es afectada por las características del trabajo/organización. Por ello, el presente proyecto tiene por objetivo evaluar, mediante un estudio longitudinal, un modelo de variables que contempla los factores de riesgo psicosocial, las percepciones de justicia organizacional y la ansiedad-rasgo del trabajador como variables exógenas; la salud mental, la satisfacción laboral y los problemas del sueño de los trabajadores, como variables criterio; y el rol mediador de las estrategias de afrontamiento y la preocupación mental por el trabajo.

La contrastación de este modelo, con tres mediciones el tiempo, permitiría identificar diferentes trayectorias de salud mental y satisfacción laboral en los trabajadores, además de estimar con mayor especificidad el rol que cumplen los diversos factores de riesgo psicosocial en conexión con las percepciones de justicia y las características individuales del trabajador en predecir la membresía a diferentes trayectorias y, en especial, aquellas con descendidos niveles de salud mental y satisfacción laboral.

Los objetivos propuestos en este proyecto permiten plantear y responder preguntas más complejas que no era posible abordar anteriormente y utilizar, por primera vez en nuestro país, estrategias de análisis longitudinal más avanzadas metodológicamente. Esto último, otorgaría un avance en términos metodológicos y teóricos, generando conocimiento aplicado a la realidad chilena, mediante la riqueza que aportan los datos longitudinales; además, de proveer información relevante para el diseño de intervenciones, dirigidas a controlar/eliminar estas exposiciones para mejorar la salud y calidad de vida de los trabajadores chilenos.